-¿no habíamos hablado tú y yo la semana pasada?
¿por qué has vuelto a dejar la furgoneta aquí?
YA NO TE PERDONO MÁS
ésto le decía el policía local al pobre repartidor de azucarillos que había detenido su furgonetilla enfrente de botines esta mañana, bien alto para que le oyeramos todos o para que le oyera su compañero que se había quedado calentito en el coche, supongo que escuchando la emisora por si tenían un aviso urgente de algún gatito atrapado en un árbol.
es una manía personal que les tengo a los policías locales que no tienen barriga.
también le tenía manía al muchacho que acosaba a spring en la biblioteca pero ahora ya no le tengo manía porque le veo todos los días cargando carretillas de escombros calleancha arriba y calleancha abajo. es lo que te queda después de ser rechazado por ella, una condena de cargar carretillas arriba y abajo eternamente como Sísifo.
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