la noche inventada

"Hace un porrón de años, cuando mis dos mejores amigos aún estaban a mi lado -más tarde los perdí y la culpa es solo mía- FAMILY tocaron junto a LE MANS en la capitalina sala Siroco. Cuando acabó su actuación me acerqué a Javier Aramburu y le dije que me había encantado. Me regaló una maqueta y, llevando su mirada mucho más allá del suelo, susurró apenas que "siempre me parece raro que a la gente le gusten mis canciones". Seguramente el paso del tiempo nos ha hecho más sabios y más tontos, y él ya no se acuerda. Dudo incluso que siga componiendo o con ganas de sacar un nuevo disco. Un soplo en el corazón significa para mí un puñado de temas apasionados cantados sin pizca de pasión. Y eso me hace feliz. No me gusta ver escenas de sexo en el cine, y el arrebato se lo perdono a pocos artistas. Pero en el debut de FAMILY se hablaban de las cosas que me entusiasman y me entristecen -el verano, el amor, la nostalgia, los labios que ahora dicen "si" y luego "no, pero que bueno..."- con claridad y lucidez, sin estridencias ni alquimias inescrutables. FAMILY demostraban que no recordamos el dolor mismo, sino haber sufrido y que ese sufrimiento hace bien al pasar desapercibido en medio de una canción. Después de Aramburu pocos han sabido bailar en el alambre del pop y la poesía sin abrirse la cabeza tarde o temprano. Y si alguna vez él llega a leer esto me gustaría pedirle que intente revivir entre nosotros con la magia de las palabras y los estribillos."
Jesús Llorente (Acuarela)

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